La OPS fortalece la vigilancia genómica en Centroamérica con el lanzamiento del taller de secuenciación y análisis bioinformático de patógenos bacterianos.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en colaboración con la Asociación de Laboratorios de Salud Pública de Estados Unidos (APHL, en inglés) ha iniciado un taller especializado para mejorar la vigilancia genómica y el control de enfermedades transmitidas por alimentos en Centroamérica. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo más amplio para potenciar las capacidades regionales en el manejo de patógenos mediante tecnologías avanzadas de secuenciación.
El “Taller de Secuenciación y Análisis Bioinformático de Patógenos Bacterianos” se desarrolla bajo la Red PulseNet y PAHOGEN. Profesionales de toda la región se han reunido para formarse en el uso de tecnologías de secuenciación avanzadas como Oxford Nanopore e Illumina. Este evento se alinea con la “Estrategia de Vigilancia Genómica Regional para la Preparación y Respuesta a Epidemias y Pandemias”, aprobada en la 30º Conferencia Sanitaria Panamericana de 2022, que busca mejorar la capacidad de los países para identificar y rastrear patógenos.
La Dra. Isabel Chinen, coordinadora de la Red PulseNet América Latina y el Caribe (PNALC) de la OPS, subrayó la importancia de la colaboración internacional. Destacó que el trabajo conjunto en la Red PulseNet fortalece la capacidad de respuesta ante brotes de enfermedades transmitidas por alimentos y optimiza la toma de decisiones en salud pública.
Por ejemplo, Honduras, ha progresado notablemente en la vigilancia genómica de virus como el SARS-CoV-2, la influenza y patógenos como el dengue. Este taller proporciona formación en herramientas bioinformáticas como Terra Bio, y enseña a los participantes a analizar secuencias genómicas usando tecnologías de última generación, mejorando así la capacidad técnica y fortaleciendo las redes de colaboración en la región.
De esta forma, este esfuerzo refleja el compromiso de la OPS con el fortalecimiento de la infraestructura de salud pública en Centroamérica y especialmente con la vigilancia genómica. Hace varias semanas realizaron el mismo taller en Bolivia, con el propósito de capacitar y mejorar las competencias de los profesionales de laboratorios en el país. En este sentido, la capacitación y colaboración mejoradas en la vigilancia genómica no solo aumentan la seguridad alimentaria, sino que también reducen los riesgos para la salud pública asociados con patógenos alimentarios, asegurando un futuro más seguro y saludable para los países participantes en la iniciativa.
