Vacuna contra Chagas
La enfermedad de Chagas es una enfermedad desatendida, causada por un parásito que afecta a más de 7 millones de personas en el mundo, particularmente en poblaciones de alta marginación y pobreza. El parásito tiende a alojarse en el corazón causando inflamación sin manifestación de síntomas que después de varios años pueden provocarle daños irreversibles. Al afectar su funcionamiento potencialmente genera discapacidad y puede llegar a causar la muerte.
Actualmente, el tratamiento existente (Benznidazol y Nifurtimox) tiene sus limitaciones;
entre las que se encuentran su baja disponibilidad y los efectos secundarios que puede generar (malestares, vómito, dolor de cabeza), provocan una alta tasa de abandono. Asimismo, el tratamiento debe de ser administrado en un periodo muy específico para ser eficaz. Debido a lo anterior, las opciones para las personas que han sido infectadas son escasas, y en los casos que se desarrollan complicaciones, los pacientes y su entorno familiar pueden verse fuertemente afectados por discapacidad, gastos catastróficos para el tratamiento de la enfermedad cardíaca y la perspectiva de una vida más corta.
Ante tal escenario, Fundación Carlos Slim estableció en 2011
una alianza con instituciones académicas, de investigación y de biotecnología nacionales e internacionales, para desarrollar una vacuna terapéutica contra este padecimiento que sea eficaz, de bajo costo y pueda ser ampliamente utilizada para mitigar los efectos de esta enfermedad. Esta vacuna tiene como principal objetivo ser una alternativa para evitar que las personas que están infectadas progresen a formas graves de este padecimiento, mejorando en consecuencia su calidad de vida en el futuro, además de eliminar la carga de la enfermedad.
Después de varios años de trabajo realizado por investigadores en instituciones mexicanas como el CINVESTAV y la Universidad Autónoma de Yucatán, liderados por el Baylor College of Medicine de Texas, se ha logrado avanzar de forma exitosa en el desarrollo de esta vacuna identificando dos moléculas candidato para su desarrollo. En particular una de ellas, ha probado ser muy exitosa en modelos animales. A partir de ello se ha generado una formulación adecuada para la realización de estudios clínicos en seres humanos en el mediano plazo.
Actualmente, el primer lote de la vacuna para ensayos en humanos se está produciendo en México, por una empresa biotecnológica mexicana de excelencia. Se estima tener el primer lote en el segundo semestre de 2022. Estos avances en general, colocan a este desarrollo como el más avanzado de su tipo en el mundo.
El siguiente paso es empezar los estudios clínicos en humanos, al tiempo que será necesario trabajar en todo el proceso regulatorio para su uso. Una vez autorizada, la primera etapa es realizar el estudio de fase 1, que evaluará la seguridad de la vacuna. En este proceso participarán la Unidad de Investigación Preclínica de la UNAM (UNIPREC), y una organización de investigación clínica de talla mundial, quienes actualmente se encuentran delineando los protocolos a seguir, así como seleccionando el sitio clínico para llevar a cabo el estudio en nuestro país.
La generación de estos avances es posible gracias a la cooperación de organizaciones públicas, sociales y privadas, lo cual traerá como consecuencia el desarrollo de la industria de vacunas en México, así como la creación de alianzas duraderas para generar futuros productos biotecnológicos en beneficio de la región.