Una revisión sistemática identifica herramientas digitales que alivian síntomas, reducen la carga emocional y fortalecen la comunicación con el personal médico.
El uso de tecnologías digitales se está consolidando como un aliado clave en el cuidado de pacientes con cáncer de pulmón. Un estudio publicado en npj Digital Medicine analizó 23 investigaciones realizadas entre 2007 y 2024 para evaluar cómo plataformas de telemedicina, portales en línea, apps móviles y otras herramientas tecnológicas pueden mejorar la experiencia y los resultados de quienes atraviesan esta enfermedad.
El cáncer de pulmón representa uno de los mayores retos de salud pública, con proyecciones que indican un aumento en los casos y muertes hacia 2050. Los pacientes que reciben tratamiento enfrentan síntomas físicos, como fatiga y náuseas, junto con desafíos emocionales y barreras de acceso a la atención. La revisión examinó intervenciones digitales en tres fases del tratamiento: pretratamiento, tratamiento activo y postratamiento.
Las tecnologías identificadas incluyen telemedicina, con 9 estudios, portales web con 8, apps móviles o de Salud Digital con 8, cuestionarios electrónicos con 3 y realidad virtual con uno. Estas herramientas se usaron principalmente para:
- Manejo de síntomas y efectos secundarios (17 estudios)
- Reducción de la ansiedad y la angustia emocional (12)
- Comunicación eficiente con proveedores de salud (7)
- Registro oportuno de síntomas (8)
- Fomento de la actividad física y rehabilitación (5)
En la fase de pretratamiento, los portales web y la telemedicina facilitaron el acceso rápido a información médica y redujeron los tiempos de espera para consultas iniciales, además de disminuir la ansiedad de los pacientes. Durante el tratamiento activo, las intervenciones digitales ayudaron a monitorear síntomas en tiempo real, coordinar la atención y brindar apoyo emocional. En el postratamiento, se utilizaron para seguimiento clínico, detección temprana de recaídas y promoción de hábitos saludables.
A pesar de los beneficios, se identificaron obstáculos como la baja alfabetización digital y el acceso limitado a dispositivos. Los autores proponen un marco práctico para vincular cada tipo de intervención con las necesidades específicas del paciente y la etapa de tratamiento, optimizando así la atención personalizada.
La revisión concluye que las herramientas digitales no sustituyen la atención médica presencial, pero pueden integrarse de forma estratégica para mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer de pulmón. Superar las barreras tecnológicas y adaptar las intervenciones al contexto individual serán pasos clave para potenciar su impacto en el futuro.
