Un ensayo clínico revela que la terapia basada en realidad virtual es más efectiva que los métodos tradicionales para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida.
Un estudio reciente publicado en npj Digital Medicine ha demostrado que la realidad virtual (RV) aplicada mediante telemedicina puede reducir significativamente el dolor crónico en pacientes con trastornos temporomandibulares (TMD). La investigación, realizada por un equipo de la Universidad de Maryland, comparó los efectos de la RV con los de una intervención auditiva tradicional (MP3) y períodos sin intervención, destacando los beneficios adicionales de la tecnología inmersiva.
El estudio incluyó a 54 pacientes con dolor orofacial crónico, quienes utilizaron un programa de RV llamado EaseVRx durante cinco días, seguido de una intervención con MP3 o viceversa, en un diseño cruzado aleatorizado. Los resultados mostraron la reducción del dolor. El estudio detalló que la RV disminuyó la intensidad del dolor de manera más significativa que el MP3 y los períodos sin intervención, con un efecto moderado (Cohen’s d = 0.48).

Asimismo los pacientes también experimentaron menos ansiedad, mejor estado de ánimo y mayor calidad del sueño con la RV. Además, al ser administrada por telemedicina, la RV eliminó barreras geográficas y facilitó el acceso al tratamiento.
El estudio abordó limitaciones de investigaciones previas al utilizar el mismo contenido terapéutico, como mindfulness, respiración y relajación en ambas intervenciones, tanto RV como MP3, lo que permitió aislar el efecto específico de la inmersión. Además, se controlaron factores como las expectativas de los participantes y los efectos residuales entre intervenciones.
La RV se muestra en este estudio como una herramienta no farmacológica para manejar el dolor crónico, y ofrece una alternativa escalable y con beneficios duraderos para atender esta afección. Los investigadores sugieren que futuros estudios exploren la relación costo-beneficio y la aplicabilidad a largo plazo de esta tecnología en entornos clínicos. Este avance representa un importante avance hacia el desarrollo de terapias digitales más efectivas y accesibles para pacientes con condiciones dolorosas crónicas.