Durante la presentación, Tapia-Conyer enfatizó en la necesidad de entender a cada persona como caso único con el objetivo de evolucionar el servicio de salud pública de México. No todas las personas tienen un funcionamiento corporal idéntico y, por lo tanto, hay que escuchar a profundidad cada caso para no dejar escapar detalles, pues “no hay enfermedades, sino enfermos”, como lo detalló el director de la Fundación.

Es por eso que MIDO tiene la capacidad de adecuar y personalizar cada tratamiento médico comenzando por identificar y buscar al paciente sin ser pasivo. Así, la plataforma no esperará a que las personas lleguen hacia ella, más bien, ofrecerá y difundirá sus programas y herramientas para darse a conocer y comenzar una cobertura universal.

Así, con sus aplicaciones móviles se podrá detectar casos clínicos a través de cuestionarios y entrevistas para después pasar al tratamiento adecuado según el padecimiento específico de cada usuario. Una vez clasificada la información y transmitida a MIDO; se otorgará el seguimiento correspondiente, a través de dispositivos que utilicen el Mundo de las cosas y la Inteligencia Artificial.

Para que estos procedimientos puedan realizarse con efectividad, es necesario aumentar la capacidad de almacenamiento y la conexión de red entre plataformas robustas con el fin de generar una multiconectividad que regale inmediatez en tiempo real. Entonces, todos los datos se podrán alojar en la nube y combinarse entre sí para que sus funciones actúen con precisión (un ejemplo de estas actividades se puede encontrar en los chatbots, máquinas que simulan ser humanos e interactúan con las personas para resolver dudas y asesorar).