La biología espacial permite comprender la interacción entre células a nivel molecular lo que podría ayudar en el desarrollo de nuevos tratamientos para diversas enfermedades.
En los últimos años, se han presentado grandes avances científicos y médicos que están cambiando la comprensión del cuidado de la salud y la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Algunos de estos avances se centran en un campo emergente conocido como biología espacial.
Esta disciplina se encarga de mapear y comprender cómo interactúan las células a nivel molecular y cómo se organizan en el cuerpo humano. Por ejemplo, a través de la biología espacial es posible conoce más a detalle las células que componen el cuerpo humano y cómo se comunican entre sí. Este campo está revolucionando la medicina y la investigación biomédica, y está abriendo nuevas puertas para una atención médica más precisa y predictiva.
Recientemente, el Dr. Eric Topol es un médico cardiólogo, científico y especialista en Salud Digital, publicó un artículo acerca de este tema. El Dr. Topol, es reconocido por su trabajo en medicina y tecnología, y ha desempeñado un papel importante en la promoción de la medicina personalizada y la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en la atención médica.
El texto del Dr. Topol habla sobre avances recientes en el campo de la biología espacial y cómo estos avances están cambiando las cosas en la atención médica. Topol, cita una serie de documentos científicos que representan diversos descubrimientos biológicos recientes.
Asimismo, el autor destaca que la biología espacial se ha convertido en una base fundamental para futuros avances biomédicos. La medicina está avanzando hacia una comprensión más precisa y predictiva de la salud, y es la biología espacial una de las disciplinas que desempeñan un papel crucial en este avance.
No obstante, previo a los nuevos descubrimientos, ya había un interés significativo en definir la biología a nivel celular. Por ejemplo, el proyecto Tabula Sapiens, que involucró la secuenciación de ARN y ADN de más de un millón de células en diferentes tejidos humanos.
La biología espacial tiene aplicaciones diversas, especialmente a la investigación sobre el cáncer, pero no se limita solo a esta área. Por ejemplo, se ha logrado aplicar a enfermedades como el Alzheimer hasta la caracterización de órganos completos, como el corazón y los riñones. Un proyecto importante en este campo es el Programa Human BioMolecular Atlas (HuBMAP), que está creando mapas en 3D de más de 20 órganos en el cuerpo humano.
Para crear las imágenes a través de biología espacial, se toma una muestra de tejido, se analizan diferentes tipos de ómicas como transcriptómica y proteómica, y se utilizan métodos de imagen para crear un mapa 2D o 3D de las células y su entorno.
Asimismo, el especialista enfatiza que estos mapas y datos son fundamentales para establecer relaciones de causa y efecto en la biomedicina y así rastrear la evolución de tejidos y órganos, lo que permite descubrir patrones que puedan estar relacionados con resultados terapéuticos. También menciona que la IA y el aprendizaje profundo son herramientas esenciales para analizar los enormes conjuntos de datos generados por la biología espacial.
El autor concluye que la biología espacial será un tema prominente en los próximos años y que estos avances tienen el potencial de impulsar nuevos y grandes avances en las ciencias de la vida y en la medicina.
