Según una investigación danesa con casi 6 mil participantes muestra que probar ChatGPT llevó a más personas a ver beneficios en la IA aplicada a la atención médica
Un nuevo estudio del Steno Diabetes Center Aarhus y la Universidad de Aarhus, publicado en npj Digital Medicine, analizó cómo cambió la percepción pública sobre la inteligencia artificial (IA) en salud entre 2022 y 2024, coincidiendo con la introducción de ChatGPT de OpenAI. La investigación incluyó a 5,899 participantes en Dinamarca que respondieron encuestas antes y después del lanzamiento del modelo, e incorporó datos sobre quiénes habían utilizado la herramienta.
Los autores encontraron que, en general, la percepción de la IA en salud se volvió más negativa entre 2022 y 2024, disminuyó el número de personas que percibían más beneficios que riesgos y se duplicó la proporción de quienes consideraban que los riesgos predominaban. Sin embargo, quienes estuvieron expuestos a ChatGPT mostraron cambios distintos y más positivos que el resto de la población.
Uno de los hallazgos principales fue que la experiencia directa con ChatGPT ayudó a reducir la incertidumbre. Por ejemplo, en 2022, más de un tercio de los participantes no sabía si los beneficios de la IA superaban sus riesgos. Entre quienes estaban en esta categoría y luego usaron ChatGPT, la probabilidad de cambiar hacia una percepción más positiva fue significativamente mayor. Por el contrario, quienes no habían usado la herramienta tendían a mantenerse indecisos o a inclinarse hacia visiones más negativas.
El estudio también mostró que la exposición a ChatGPT no cambió de forma sustancial las percepciones de quienes ya tenían una postura definida respecto a la IA en salud. Sin embargo, sí redujo la probabilidad de que estos grupos regresaran a una posición de incertidumbre. Es decir, el uso de la herramienta ayudó a estabilizar percepciones ya existentes.
Pese a estos efectos, la adopción de ChatGPT en la muestra fue baja, pues solo una de cada cinco personas había usado el modelo en 2024, y un porcentaje similar declaró no haber oído hablar de él. La herramienta fue más utilizada por personas jóvenes, con mayor nivel educativo y, en menor proporción, por mujeres y personas mayores, grupos que además tendían a mostrar más escepticismo o indecisión sobre la IA en salud.
Los autores señalan que la creciente adopción de herramientas de IA en sistemas de salud hace necesario comprender cómo las experiencias prácticas moldean la percepción pública. También destacan que reducir la incertidumbre puede ser tan importante como aumentar las opiniones favorables, pues facilita un debate social más informado sobre la integración de estas tecnologías en la atención médica.
Aunque la investigación encontró un aumento general del escepticismo hacia la IA, en línea con encuestas previas en Europa vinculadas a preocupaciones sobre privacidad y uso de datos, los resultados sugieren que exponer al público a herramientas útiles y de fácil acceso, como ChatGPT, podría contribuir a disminuir la indecisión y moderar la tendencia negativa.
Lo autores concluyeron que la exposición a ChatGPT fue asociada a un cambio positivo sobre la percepción de los beneficios y riesgos de la IA en salud entre personas que tenían incertidumbre.
“La aceptación pública de la IA en la asistencia sanitaria es clave para la implementación a gran escala de la tecnología y, aunque hemos observado un aumento del escepticismo hacia la IA en la asistencia sanitaria entre el público a lo largo del tiempo, este estudio demuestra el potencial de cambiar la percepción pública de la IA en la asistencia sanitaria mediante la exposición del público a las herramientas de IA”, detallaron los autores.
El estudio concluye que comprender cómo las experiencias de primera mano influyen en la percepción será clave para planear la implementación de tecnologías basadas en IA y para diseñar estrategias que aumenten la alfabetización digital y la confianza del público.
