Los wearables puedan ayudar a impulsar la medicina personalizada y el manejo de enfermedades cardiovasculares.
En la última década, el avance de las tecnologías de consumo ha permitido el desarrollo de dispositivos portátiles o wearables, capaces de monitorear diversos parámetros cardiovasculares. Lo que comenzó como dispositivos para rastrear y registrar el ejercicio físico, ha evolucionado hacia mediciones fisiológicas con un enfoque más específico en el cuidado de la salud. Los wearables han ganado popularidad entre la población ya que destaca su utilidad para identificar y controlar ciertas variables de enfermedades cardiovasculares.
No obstante, la creciente adopción de dispositivos ha llevado generado inquietudes en la comunidad médica. Un estudio reciente publicado en The Lancet Digital Health evaluó la precisión y validez de estos dispositivos, así como su idoneidad para que los profesionales tomen decisiones de gestión sobre estos. Para ello analizaron los métodos y tecnologías que respaldan a los wearables y exploraron la evidencia que sustenta su uso como herramientas de diagnóstico y monitoreo en diversas condiciones cardiovasculares, como la hipertensión, arritmias, insuficiencia cardíaca, enfermedad de las arterias coronarias, hipertensión pulmonar y enfermedad valvular del corazón. Además del monitoreo, estas tecnologías son especialmente valiosas para la investigación médica.
El estudio explica que, para predecir, prevenir, diagnosticar y tratar las enfermedades cardiovasculares, los médicos requieren una evaluación de los síntomas, la actividad, la comorbilidad y el contexto antes de prescribir investigaciones específicas y recomendaciones para el tratamiento. Asimismo, el paciente también necesita información sobre lo que el profesional considera que es su estado de salud, la base de este punto de vista y los riesgos y beneficios de cualquier tratamiento.
En este sentido, los dispositivos disponibles actualmente y que pueden ser adquiridos por el público no solo incluyen teléfonos, pulsearas inteligente y relojes, sino también balanzas, camisetas, anillos, lentes, brasieres deportivos, entre otras tecnologías. Además, clínicamente ofrecen la medición de métricas como el monitoreo de frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, presión sanguínea, detección de arritmias, saturación de oxígeno, medición y evaluación del sueño, entre otras.
Monitoreo de síntomas
Los wearables permiten a los pacientes registrar sus síntomas lo que reduce la cantidad de información subjetiva o engañosa registrada por los pacientes, especialmente aquellos que tienen problemas de memoria y/o de comunicación. En este sentido los wearables son de suma utilidad para el registro de síntomas y parámetros físicos, por lo que en diversos estudios se han aplicado con éxito en enfoques de salud mental y de enfermedad de Parkinson.
Registro de actividad física
Las enfermedades cardiovasculares se clasifican según el nivel de actividad física que reporta una persona, por lo que los dispositivos móviles pueden impulsar a mejores decisiones de tratamiento al registrar esta información de manera precisa. A través de acelerómetros o medidas a través de GPS, los datos de actividad física se pueden registrar durante meses. Además, su fácil acceso puede generar un enfoque más personalizado según cada paciente.
Promoción de actividad física
Además del registro de actividad física, los wearables son un instrumento valioso para su promoción. La inactividad física es uno de los factores de riesgo de mortalidad más importantes. Los wearables ofrecen diversos métodos para la promoción de actividad física, y así ayudar a los usuarios a aumentar sus niveles de actividad y reforzar comportamientos saludables. Diversos estudios han mostrado la efectividad de los recordatorios de actividad física impulsados por estos métodos.
Toma de decisiones clínicas
La recopilación de datos de salud relevantes previo a una consulta clínica tiene el potencial de revolución la atención médico-paciente que conocemos. En este sentido, estos datos suelen ser de utilidad para la toma de decisiones clínicas. Sin embargo, los datos siempre deben utilizarse con responsabilidad y siguiendo las pautas regulatorias establecidas.
Sin embargo, a pesar de los estudios publicados, es una rama que continúa su desarrollo y no ha alcanzado su potencial. Los investigadores esperan que a futuro los datos recopilados por wearables puedan ayudar a impulsar la medicina personalizada y el manejo de enfermedades cardiovasculares en múltiples niveles.
Consulta la investigación completa en el siguiente enlace:
https://www.thelancet.com/journals/landig/article/PIIS2589-7500(23)00087-0/fulltext