Un estudio publicado en JAMA Network, evaluó la concordancia del diagnóstico clínico con telemedicina en la práctica integrada de múltiples especialidades.
Los primeros meses de la pandemia de COVID-19 y el riesgo de exposición viral para pacientes y médicos, impulsó el avance de herramientas tecnológicas como la telemedicine. En Estados Unidos, tan solo en abril de 2020, las consultas por telemedicine se multiplicaron por 20. En este sentido, el sistema de salud Mayo Clinic logró aumentar hasta 10, 880% sus consultas remotas. La alta demanda de este tipo de servicios provocó preocupaciones sobre las limitaciones de la telemedicine, como la capacidad de los médicos para diagnosticar enfermedades o condiciones mediante esta modalidad.
No obstante, el aumento del volumen de las consultas por telemedicine durante la pandemia, permitió que instituciones como Mayo Clinic recopilaran información y datos a gran escala sobre esta modalidad. De esta forma, el estudio publicado en JAMA Network, realiza la pregunta: “¿Qué tan concordantes con un diagnóstico en persona se establecen diagnósticos provisionales en una visita de video telemedicine para pacientes que presentan un nuevo problema clínico?”
El estudio tomó información de 2,393 pacientes que recibieron una consulta de telemedicine por video, seguida de una visita ambulatoria en persona, por el mismo problema clínico en la misma especialidad y dentro de un periodo de 90 días. Los resultados mostraron que el diagnóstico provisional establecido por telemedicine, coincidió con el diagnóstico estándar realizado en persona en el 86,9% de los casos.
De esta forma, los autores precisaron que las atenciones de telemedicine por video cuentan con un alto grado de concordancia de diagnóstico en relación con las visitas presenciales, al menos para la mayoría de las inquietudes clínicas nuevas.
En cambio, los casos de pacientes nuevos que se presentaron en atención primaria a través de telemedicine tuvieron una concordancia de diagnóstico significativamente menor entre la telemedicine y las visitas en persona que los casos de pacientes que se presentaron primero por telemedicine en clínicas especializadas.
Asimismo, en diagnósticos confirmados por medio de opinión del médico, como enfermedades o trastornos psiquiátricos, hubo una concordancia significativamente mayor entre el diagnóstico de telemedicine y el diagnóstico en persona. De igual forma, aquellos diagnósticos que requerían confirmación a través de exámenes físicos, pruebas neurológicas, entre otros, como diagnósticos otológicos y dermatológicos, tuvieron una concordancia significativamente menor entre telemedicine y diagnósticos presenciales.
“Estos hallazgos sugieren que las visitas domiciliarias de telemedicine por video pueden ser un buen complemento de la atención en persona. Los programas de telemedicine por video de atención primaria diseñados para acomodar nuevos pacientes o nuevos problemas clínicos que se presentan pueden beneficiarse de un umbral más bajo para el seguimiento directo en persona oportuno en pacientes que se sospecha que tienen enfermedades generalmente confirmadas por examen físico, pruebas neurológicas o patología”, concluyen los autores.
Consulta el artículo completo en el siguiente enlace:
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2795871




