Filter by input type
Filter by category
Análisis global evalúa la eficacia de las intervenciones digitales en trastornos psicológicos

Metaanálisis muestra la eficacia de intervenciones como programas basados en computadora, intervenciones en línea o apps móviles.

Los trastornos de salud mental afectan a una de cada cuatro personas en algún momento de su vida, impactando la calidad de vida y la expectativa de años saludables. En este contexto, las intervenciones de digital health (DHI, en inglés), que incluyen aplicaciones móviles, programas en línea y terapias basadas en computadora, se han consolidado como una alternativa para ampliar el acceso a la atención psicológica. Un nuevo estudio publicado en The Lancet Digital Health ofrece la revisión más completa hasta la fecha sobre la efectividad de estas herramientas.

La investigación, liderada por científicos italianos, recopiló y analizó 16 metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados que evaluaron el impacto de las DHI en distintos trastornos mentales. Entre los hallazgos, se reporta que estas intervenciones demostraron ser efectivas frente a tratamientos activos en casos de esquizofrenia, depresión mayor, ansiedad social y trastorno de pánico. Asimismo, mostraron beneficios notables frente a grupos en lista de espera para trastornos como fobias específicas, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo (TOC), estrés postraumático y bulimia nerviosa.

El estudio expone el uso de programas basados en computadora que incluyen ejercicios de entrenamiento cognitivo, terapia de exposición y programas estructurados de terapia cognitivo-conductual (TCC); intervenciones por internet, principalmente terapia cognitivo-conductual en línea (iCBT), psicoeducación, terapia de exposición guiada, mindfulness y entrenamientos de habilidades sociales; y aplicaciones móviles orientadas sobre todo al automonitoreo de síntomas, en especial en personas con trastorno bipolar.

Sin embargo, la certeza de la evidencia fue clasificada como “baja” o “muy baja” en la mayoría de los casos, excepto en los resultados vinculados al trastorno de ansiedad generalizada, que alcanzaron un nivel de confianza “moderado”. Esta limitación se debe a la heterogeneidad de los estudios analizados y a la falta de ensayos con poblaciones homogéneas y metodologías robustas.

El estudio también destaca que las intervenciones digitales pueden ser especialmente útiles como complemento a terapias presenciales, un puente mientras se accede a atención tradicional o, en algunos casos, como tratamiento independiente para depresión y ansiedad. No obstante, los autores advierten que su integración a la práctica clínica requiere investigaciones más rigurosas, definiciones estandarizadas y protocols claros sobre cuándo y cómo deben aplicarse.

Las intervenciones digitales representan una herramienta prometedora para ampliar el acceso y la cobertura en salud mental, especialmente en poblaciones con barreras geográficas o sociales. Aun así, el artículo subraya la necesidad de reforzar la calidad de la evidencia antes de que estas soluciones se adopten de manera generalizada en los sistemas de salud. El futuro de la atención psicológica podría combinar lo mejor de la tecnología con la práctica clínica, siempre que la investigación respalde su seguridad y efectividad.

Related Content

Secured By miniOrange