El estudio muestra que las intervenciones tecnológicas son oportunidad para reducir desigualdades en la atención primaria.
The Pan American Health Organization (PAHO) publicó una revisión sistemática sobre el papel de la digital health en la atención primaria, con un enfoque en poblaciones minoritarias. El análisis evaluó ensayos clínicos realizados en Estados Unidos que aplicaron herramientas digitales en grupos vulnerables por motivos de etnicidad, género, nivel educativo y condición socioeconómica.
El estudio identificó seis investigaciones que emplearon teleconsultas, mensajes de texto, plataformas en línea y aplicaciones móviles como apoyo al cuidado de la salud. Estas intervenciones estuvieron dirigidas principalmente a personas afrodescendientes, hispanas/latinas, mujeres y personas con bajos ingresos o escolaridad limitada, la mayoría con sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas.
Los resultados mostraron mejoras en indicadores clínicos como control de la presión arterial, pérdida de peso y reducción de niveles de glucosa en sangre. Además, las herramientas digitales facilitaron el acceso a servicios médicos y reforzaron el autocuidado, especialmente cuando se integraron en equipos interprofesionales conformados por médicos, nutricionistas, psicólogos, farmacéuticos y enfermeras.
No obstante, la investigación también reveló importantes barreras. Entre ellas, las dificultades en el uso de recursos digitales, el bajo nivel de alfabetización en salud y la falta de conectividad adecuada. Estos obstáculos limitaron la participación plena de quienes más necesitaban los servicios.
El informe subraya que, aunque las tecnologías digitales ofrecen un gran potencial para ampliar el acceso a la atención primaria, se requiere un diseño participativo que considere las realidades sociales, económicas y culturales de cada grupo. Asimismo, plantea la necesidad de políticas públicas basadas en justicia social para evitar que la digitalización refuerce desigualdades preexistentes.
The PAHO concluye que la digital health puede convertirse en una herramienta clave para reducir inequidades en la atención primaria. Sin embargo, alcanzar este objetivo implica superar barreras estructurales y promover modelos inclusivos que garanticen que los beneficios de la innovación lleguen a todas las comunidades, en especial a aquellas que han enfrentado históricas dificultades de acceso a la salud.




