Esta plataforma regional se ha convertido en un referente para autoridades, investigadores y profesionales de la salud en la toma de decisiones basadas en evidencia.
A menos de una década de su creación, la Base Regional de Informes de Evaluación de Tecnologías en Salud de las Américas (BRISA) ha superado la marca de 5 mil informes publicados, consolidándose como un repositorio clave para el fortalecimiento de la Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS) en la región.
Antes de su puesta en marcha, los informes de ETS en las Américas se encontraban dispersos en múltiples repositorios, lo que dificultaba el acceso a la información, generaba duplicación de esfuerzos y limitaba la transparencia en los procesos de toma de decisiones en salud. Este contexto motivó, en 2017, la creación de BRISA durante la reunión anual de RedETSA celebrada en Panamá.
Desarrollada en colaboración con BIREME, BRISA se concibió como la primera biblioteca virtual abierta en la región dedicada a centralizar informes de evaluación de tecnologías sanitarias. Su objetivo principal es facilitar el acceso a evidencia confiable y promover decisiones informadas, costo-efectivas y orientadas al bienestar de la población.
Desde su lanzamiento, la plataforma ha registrado un crecimiento sostenido. De contar con apenas unos cientos de documentos, hoy alberga más de 5 mil informes disponibles en cuatro idiomas, con herramientas de búsqueda avanzada que permiten filtrar información por tema, país, institución y año de publicación.
Asimismo, BRISA ha impulsado un enfoque colaborativo en la región. Actualmente, 11 países y 43 instituciones contribuyen activamente al repositorio, lo que ha permitido compartir experiencias, fortalecer capacidades y reducir la duplicación de evaluaciones. De acuerdo con datos de la plataforma, BRISA ha registrado cerca de un millón de páginas visitadas, reflejando su uso recurrente por parte de autoridades sanitarias, personal técnico, investigadores y profesionales de la salud.
De acuerdo con sus impulsores, BRISA ha contribuido a que la Evaluación de Tecnologías Sanitarias evolucione de un ejercicio técnico aislado a un proceso más colaborativo, transparente y orientado a la equidad, fortaleciendo los sistemas de salud de la región mediante el uso sistemático de evidencia científica.
