La OMS, la UIT y la OMPI lanzan una hoja de ruta global para aplicar IA en sistemas médicos ancestrales sin comprometer el conocimiento indígena ni la soberanía de datos.
La inteligencia artificial (IA) se perfila como una herramienta clave para transformar la medicina tradicional, complementaria e integrativa (TCIM, en inglés), una práctica presente en al menos 170 países y utilizada por miles de millones de personas. En el marco del AI for Good Global Summit, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) presentaron un informe técnico que explora cómo la IA puede impulsar el desarrollo de la medicina ancestral sin vulnerar los derechos culturales ni los datos de las comunidades originarias.
El documento, titulado Mapping the application of artificial intelligence in traditional medicine, forma parte de la Iniciativa Global sobre IA para la Salud y destaca experiencias reales de uso de IA en países como India, Ghana, Sudáfrica, Corea del Sur y Canadá. Entre los casos descritos se encuentra el uso de diagnósticos asistidos por IA en el campo de la Ayurgenómica, sistemas de aprendizaje automático para identificar plantas medicinales y análisis computacionales de compuestos de medicina tradicional aplicados a enfermedades sanguíneas.
La publicación subraya el papel de la IA para fortalecer la base de evidencia científica de la medicina tradicional, así como para digitalizar conocimientos milenarios. Herramientas como la Biblioteca Digital del Conocimiento Tradicional en India o la Biblioteca Virtual en Salud de las Américas ya utilizan IA para conservar saberes ancestrales, fomentar la colaboración y prevenir casos de biopiratería, es decir, el uso indebido de recursos biológicos y conocimientos sin consentimiento ni compensación justa.
Además, el informe destaca la relevancia de los derechos de propiedad intelectual en este contexto. Según Edward Kwakwa, subdirector general de la OMPI, la propiedad intelectual puede facilitar la integración ética de la IA en la medicina tradicional, en especial tras la reciente adopción del Tratado de la OMPI sobre Recursos Genéticos y Conocimientos Tradicionales Asociados.
Según los organismos internacionales, la implementación de IA en la medicina tradicional debe respetar los principios de consentimiento libre, previo e informado, y garantizar la soberanía de datos de los pueblos indígenas. Para lograrlo, se requiere el desarrollo de marcos regulatorios, alfabetización digital de practicantes, inversión en ecosistemas tecnológicos inclusivos y estándares éticos globales.
Además, con un mercado proyectado en casi 600 mil millones de dólares para 2025, la medicina tradicional podría experimentar una expansión significativa impulsada por la tecnología. Sin embargo, los organismos advierten que esta transformación debe ser guiada por valores de equidad, respeto y justicia.




