El uso de dispositivos móviles, como los wearables en la práctica médica ha incrementado durante los últimos años.
Los wearables tienen diversas aplicaciones en la práctica médica, como el monitoreo de variables de salud, el monitoreo del riesgo de caída en pacientes de la tercera edad, o el registro de actividad física en pacientes con enfermedades crónicas, entre otros. Sin embargo, en la mayoría de los wearables sus aplicaciones y usos en la práctica médica son unidimensionales debido a cuestiones de software.
Recientemente, Dylan Powell y Alan Godfrey especialistas en Salud Digital de Northumbria University en Reino Unido, publicaron un artículo en npj Digital Medicine, sobre las consideraciones para integrar el uso de dispositivos móviles en la práctica médica diaria.
Avanzar hacia el uso rutinario de wearables y otros dispositivos portátiles en la vida clínica es aún prematuro, sin embargo, ya se encuentran desarrollando metodologías para permitir esta transición. Los autores reconocen que a pesar de que el potencial de los wearables en el campo médico es enorme, existen diversos desafíos, por ejemplo, la sostenibilidad para su implementación.
Según los autores algunas consideraciones sobre la sostenibilidad, es que la atención debería centrarse en diseñar estrategias de implementación de estas herramientas a través de este concepto. Es decir, el diseño de estrategias y prácticas sostenibles deben considerar el consumo de energía, y agua en los centros de salud y reducir emisiones indirectas a largo plazo. Los wearables suelen tener un uso limitado en ciertos entornos de salud y en muchas ocasiones no se aprovechan lo suficiente estas herramientas.
Es necesario anotar que a nivel mundial la industria de la atención médica contribuye significativamente en las emisiones netas de carbono, que equivaldría a ser el quinto país mayores emisiones.
Asimismo, también existen oportunidades de sostenibilidad en el software, ya que la proliferación de códigos y algoritmos emergentes avanza más rápido que el avance de hardware, en este caso los wearables. El software requiere menos recursos físicos para su desarrollo y pueden tener más utilidades, por ejemplo, la evaluación del criterio de valoración de un tratamiento para Parkinson, o la evaluación de actividad física para pacientes con enfermedades crónicas.
“En consecuencia, existe una demanda real y apremiante de alternativas confiables en esos ejemplos actuales para ayudar a los servicios de atención médica a mejorar su impacto ambiental y económico mientras logran un equilibrio cuidadoso para mantener servicios de atención médica sólidos y clínicamente adecuados”, explican los autores.
Los wearables pueden proporcionar una atención médica más sostenibles y además ofrecer de manera indirecta enfoque personalizados y descentralizados en la medicina, sobre todo para el monitoreo de pacientes y para la toma de decisiones en tiempo real.
Algunas de las oportunidades que destacan los autores son:
- Mayor objetividad y precisión en la evaluación ofrecida a través de la evaluación remota,
- Mayor equidad y acceso independientemente de la ubicación o la geografía,
- Oportunidades para innovar con análisis debido a las bajas barreras de entrada con software accesible,
- Desarrollos en la durabilidad y longevidad del producto.
Sin embargo, los autores también reconocen algunas amenazas como las emisiones asociadas con el almacenamiento de datos; alto cambio de dispositivos por parte del consumidor; bajas tasas de reciclaje; o software bloqueado en hardware.
Lee el artículo completo en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41746-023-00820-z