Gracias a la terapia cognitivo conductual, es posible el tratamiento de trastornos depresivos, incluso sin necesitar intervenciones farmacológicas capaz mejorar los síntomas de ansiedad y funcionamiento psicosocial.
La terapia cognitivo conductual representa una de las opciones de tratamiento más importantes para trastornos depresivos. Y actualmente han sido desarrollados diversos enfoques de terapia cognitivo conductual utilizando herramientas digitales para favorecer su accesibilidad, no obstante, su efectividad sigue sin estar del todo clara. Investigadores médicos de Alemania, Austria y Reino Unido, realizaron una búsqueda bibliográfica sistemática para identificar estudios que se basaron en intervenciones basadas en terapia cognitivo conductual presencial o digital, en pacientes con depresión mayor.
Los estudios toman en cuenta la incorporación de herramientas digitales como el correo electrónico, apps móviles o terapias guiadas por internet. Estos enfoques cuentan con ventajas potenciales como la rentabilidad, accesibilidad para pacientes en zonas remotas, para pacientes en el extranjero o para pacientes con limitantes en su movilidad. Además, fue de suma importancia durante la pandemia COVID-19 para evitar el contacto físico.
Los estudios sugieren que este tipo de terapia que se apoya en herramientas tecnológica puede reducir con eficacia los síntomas depresivos, ansiedad o el funcionamiento psicosocial. Además, parece ser aceptado por profesionales de la salud y pacientes jóvenes principalmente. No obstante, parece haber una mayor preferencia por enfoques mixtos que combinan la atención presencial con las intervenciones digitales.
Sin embargo, los pacientes con depresión prefieren la atención cara a cara y la adherencia a intervenciones digitales suele ser baja a pesar de la evidencia de su efectividad clínica. Por ello este es un desafío importante para los profesionales de la salud mental.
Por ello los investigadores realizaron una comparación entre ambos enfoques e investigar los factores de moderadores de las intervenciones. Sus resultados indicaron que ambos pueden ser comparables en términos de eficacia clínica para tratar la depresión.
En este sentido, identificaron una serie de factores relevantes que benefician la respuesta al tratamiento, como la duración de la intervención, gravedad inicial, adherencia y nivel de orientación humana en las intervenciones digitales.
“Las intervenciones de TCC digital son cada vez más relevantes para el tratamiento de los trastornos depresivos. A pesar de la rápida proliferación de estos enfoques, todavía falta una evaluación sistemática de la eficacia clínica de la TCC en comparación con los enfoques tradicionales (cara a cara)”, explican los autores en el apartado de discusión del estudio.
Asimismo, encontraron otros retos y desafíos para la intervención en salud mental digital, como la adherencia al tratamiento. Sin embargo, aseguran que la terapia cognitivo conductual en ambos enfoques son terapéuticamente efectivos para tratar la depresión mayor.
“Nuestros resultados enfatizan el potencial de la TCC digital para integrarse como una herramienta valiosa en escenarios clínicos específicos que incluyen presentaciones más graves de depresión mayor. Finalmente, moderadores específicos podrían guiar a los médicos, así como a futuros estudios, en la personalización del tratamiento de la TCC para pacientes con depresión”, concluyen los autores.
Puedes consultar el artículo completo en el siguiente enlace: https://www.nature.com/articles/s41746-022-00677-8