Especialistas publicaron en The BMJ los cinco principios para el desarrollo de medicina digital mínimamente disruptiva.
Médicos, especialistas en epidemiología y profesores de medicina, publicaron los cinco principios para el desarrollo de medicina digital mínimamente disruptiva. Los autores indican que si bien las intervenciones de Salud Digital o medicina digital, pueden complementar los servicios de salud tradicionales y ofrecen monitoreo y/o atención a distancia, las diversas innovaciones pueden perturbar al máximo la vida de los pacientes y generar una carga de trabajo más pesada desgastante para los profesionales de la salud.
En este sentido, los autores recurren al termino minimally disruptive medicine o medicina mínimamente disruptiva un enfoque de atención centrado en pacientes con enfermedades, crónicas. Acuñado en 2009 en una publicación de The BMJ, este enfoque involucra el desarrollo de intervenciones individuales para apoyar a los pacientes a enfrentar nuevas indicaciones. Este enfoque es sensible al contexto de cada paciente y fija metas y oportunidades de acuerdo a ello.
De esta manera los autores propusieron cinco principios para la medicina digital mínimamente disruptiva:
- La medicina digital debe respetar la naturaleza humanística de la asistencia. La tecnología debe respetar tanto los aspectos “biotécnicos” como los “humanos” de la asistencia. Mientras que los aspectos biotécnicos son susceptibles de eficiencia técnica, los aspectos humanos siguen el ritmo de la curación. Es decir, aunque la medicina digital se base en algoritmos, es vital no sustituir la interacción en persona por la tecnología ni la relación interpersonal con los pacientes.
- La medicina digital no debe imponerse indiscriminadamente a todos los pacientes. Las herramientas digitales trasladan parte de la carga de trabajo de los sistemas asistenciales a los pacientes. Para la mayoría de los pacientes, esto puede aliviar la carga del tratamiento. Sin embargo, las soluciones digitales pueden excluir a algunos grupos, como las personas con acceso limitado a herramientas digitales, las que tienen discapacidades que les impiden utilizarlas, las que no están familiarizadas con el uso de la tecnología o sienten ansiedad ante ella, y las que tienen escasos conocimientos digitales.
- La medicina digital debe buscar alcanzar el compromiso del paciente a largo plazo. Los pacientes suelen abandonar los programas de seguimiento digital a distancia. Las soluciones existentes exigen tiempo, energía y atención, independientemente de las circunstancias del paciente. Para ser útiles, las soluciones digitales deben responder y reflejar las creencias, capacidades, demandas contrapuestas y apoyo social de los pacientes. Así, los usuarios deberían poder ajustar las herramientas digitales para personalizar su uso en el momento de la inscripción y a lo largo del tiempo.
- La medicina digital debe tener en cuenta la multimorbilidad. La mayoría de las soluciones digitales actuales responden a afecciones individuales o incluso a signos, ignorando no solo el contexto personal, sino también el biológico. Los pacientes con multimorbilidad y sus médicos tendían que conectarse a múltiples plataformas y aplicaciones, una para cada uno de sus problemas. Una solución podría ser ofrecer una interfaz unificada y personalizada para los datos de múltiples aplicaciones.
- La medicina digital debe promover la sostenibilidad humana de la asistencia sanitaria. El seguimiento remoto y frecuente de los pacientes aumenta el número de puntos de contacto y de entradas de datos. Las alarmas y demandas del sistema digital pueden desviar la atención de los médicos, aumentando su carga de trabajo. Para ser eficaces, tanto las soluciones digitales como los equipos asistenciales deben diseñarse principalmente para facilitar la asistencia.
Los autores explican que estos principios persiguen el uso seguro y eficaz de las soluciones digitales y además buscan su eficacia y seguridad. La adopción de estos principios representa solamente criterios mínimos para aplicación de la medicina digital como método de atención para los pacientes.