La editorial del nuevo número de abril de The Lancet Digital Health, aborda el tema de las herramientas digitales para la atención en salud mental en tiempos de emergencia sanitaria.
A inicios de 2021, en enero, estados miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), discutieron sobre la importancia de integrar servicios de salud mental en la respuesta ante emergencias de salud pública como actualmente durante la pandemia de COVID-19. Una de las propuestas de la OMS fue que los servicios de salud incluyan servicios de salud mental a distancia a través de tecnologías innovadoras que promuevan el acceso equitativo a telesalud.
La OMS informó que 91 de 131 países han adoptado servicios de telemedicina o tele terapia, es decir el 70% de los países han introducido o expandido sus servicios de consulta remota en salud mental durante la pandemia.
Por otra parte, según The Lancet, existen aproximadamente 20 mil aplicaciones móviles dedicadas a la salud mental, a pesar de que algunas se encuentran respaldadas por pruebas de eficacia, no todas cumplen con un diseño inclusivo.
La brecha digital y el acceso equitativo son los principales retos de la digitalización de los servicios de salud. “Las herramientas digitales no solo deben usarse de manera reactiva en salud mental. La inteligencia artificial y los macrodatos se pueden aprovechar para comprender el impacto y la escala de los problemas de salud mental que surgen en respuesta a la pandemia”, explica el artículo de The Lancet.
A través de modelos de aprendizaje automático en mensajes de texto SMS y datos de redes sociales, se han publicado estudios que han detectado un aumento en el lenguaje relacionado a problemas de salud mental, relacionados a COVID-19. Sin embargo, no es necesario recurrir solamente a tecnología sofisticada, en Reino Unido se han realizado estudios que recopilando datos sobre impacto de la pandemia en el bienestar de las personas a través de encuestas en línea y llamadas telefónicas.
“Sin embargo, la comunidad investigadora debe tomarse el tiempo para abordar cuestiones fundamentales como la representatividad de las muestras de población y la validez clínica. De las medidas utilizadas para definir e identificar las condiciones de salud mental y, por supuesto, las cuestiones éticas que rodean la recopilación de datos y la privacidad”, explica el artículo editorial.
Y cierra explicando que las herramientas digitales pueden ser una forma eficaz de brindar apoyo en salud mental a gran escala durante la pandemia. Sin embargo, los investigadores y profesionales son una parte importante para la implementación de este tipo de tecnologías, que además de brindar acceso a salud durante tiempos de emergencia, también logren brindar servicios de salud equitativos y diversos a la población.