En México el 46% de los usuarios de internet acceden a sitios digitales enfocados en salud, esto quiere decir que, 30 millones de personas están buscando soluciones médicas e información útil en la web.
Una prueba de que la salud digital es un término que llegó para quedarse es que las grandes Instituciones del país le han dado un lugar prioritario.
La Fundación Carlos Slim está promoviendo el concepto y una de las maneras en la que lo logra es dándole difusión a las aplicaciones móviles que ya se encuentran en el mercado y que han probado tener un peso específico en la mejora de la experiencia clínica de muchos usuarios. Su director, Roberto Tapia, lo recalcó asegurando que “canaliza la inclusión social, la hace más homogénea y reduce las barreras de acceso a quienes están excluidos del sistema”.
Algunos ejemplos de apps desarrolladas para combatir los problemas de salud son:
- Control Diario Epilepsia: permite monitorear la enfermedad mientras que notifica emergencias.
- VacunAcción: para todos aquellos que olviden su calendario de vacunación, esta app les recuerda tanto a pacientes como doctores de las fechas específicas en que se requiere una nueva inyección o refuerzo sobre alguna con las que ya se cuenta.
- Guiapp: una aplicación que logra la mejora de la salud infantil a través de juegos y actividades que les enseñan a los padres a mantener a sus hijos sanos y activos.
Sin duda, los nuevos servicios que ofrece la salud digital impactan al usuario final, pero también están transformando las prácticas de los centros de salud, sobre todo porque se están realizando mejoras continuas y políticas basadas en evidencia.
Este es un tema muy importante pues cada vez más personas inician un historial digital, por lo que en un futuro cercano cualquier institución dedicada a la salud podría hacer uso de datos importantes sobre pacientes en plataformas web.
Un punto que vale la pena resaltar es que el esfuerzo para que la salud digital democratice los servicios clínicos debe ser compartido entre el Estado y el sector privado. A final de cuentas, el beneficio de las personas debe ser la meta final de este nuevo desarrollo en el que la tecnología pueda ofrecer una solución para las diversas enfermedades que azotan al país.