El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI, en inglés), publicó un reporte sobre los beneficios de la telemedicina en la atención a pacientes oncológicos.
El inicio de la pandemia por COVID-19 propició que muchos pacientes con cáncer en Estados Unidos recibieran atención médica en línea a través de telemedicina. Algunos de los beneficios de la telemedicina y las teleconsultas es que permiten el ahorro de tiempo, viajes y dinero a los pacientes.
Por ejemplo, en uno de los centros integrales de cáncer del NCI en Florida, el Centro Oncológico Moffitt se realizaron más de 25 mil teleconsultas a más de 11 mil 600 adultos con cáncer durante la pandemia. El reporte calcula los costos directos e indirectos que los pacientes ahorraron a través de la atención médica por internet. En este sentido, el estudio explica que el uso de la telemedicina se relacionó con un ahorro promedio de entre 147 y 186 dólares por consulta. Estos ahorros corresponden gastos de transporte, pérdida de ingreso por faltar al trabajo, entre otras.
En este sentido, el estudio explica que la pandemia creó una oportunidad para evaluar los ahorros que generan las consultas por telemedicina gracias a su adopción generalizada. “Como médicos, hemos escuchado de nuestros pacientes que la telemedicina les ahorra tiempo y dinero a ellos y a sus cuidadores. En este estudio, queríamos evaluar los beneficios posibles de la telemedicina mediante el uso de datos objetivos”, explicó el Dr. Krupal, coautor del estudio.
En términos generales durante 14 meses de uso de telemedicina en pacientes oncológicos menores de 65 años, se ahorraron:
- 3,8 millones de millas de viajes de ida y vuelta al Centro Moffitt, según el estudio, equivalente a 152 vueltas al mundo.
- 75 mil horas de manejo de ida y vuelta, equivalente a más de 8 años y medio.
- 4 años calendario de tiempo en la clínica, es decir cerca de 30 mil horas.
Asimismo, los buenos resultados en este aspecto y también en la calidad y agilidad de los servicios favoreció la adopción acelerada de la telemedicina. Esto sumado a las medidas tomadas por el gobierno de Estados Unidos para promover el uso de este tipo de herramientas. No obstante, es necesario realizar estudios e investigaciones para guiar su uso a futuro, así como políticas públicas que fortalezcan esta modalidad de atención, según explicó la Dra. Robin Vanderpool, de la División de Control de Cáncer y Ciencias Demográficas del NCI.
Consulta el estudio completo en el siguiente enlace:
https://jamanetwork.com/journals/jamanetworkopen/fullarticle/2800164
