El Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez lanzó un nuevo programa de tele-preconsulta para mejorar la valoración de pacientes que se atienden por primera vez.
El Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez (INCICh) destaca por su compromiso con la atención cardiovascular de calidad, especialmente para las poblaciones más desprotegidas. La pandemia por COVID-19 interrumpió sus procesos tradicionales, obligando a la institución a adoptar mecanismos de asistencia virtual. Con experiencias previas en el uso de tecnologías de la información, como el programa IAM-Mx, el INCICh ha implementado estrategias tecnológicas para mantener la atención y seguimiento de sus pacientes a distancia, enfrentando retos significativos debido a las capacidades tecnológicas limitadas y la falta de personal especializado en Salud Digital.
La integración de herramientas de telesalud en el INCICh ha requerido una meticulosa planeación y una implementación de manera progresiva, alineándose con el plan nacional de desarrollo (PND), la legislación vigente y la estructura organizativa de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad (CCINSHAE). Asimismo, el ecosistema de Salud Digital en México, apoyado por el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (CENETEC) y la plataforma Ambiente Para la Administración y Manejo de Atenciones en Salud (AAMATES), busca estandarizar y digitalizar los procesos clínicos, desarrollando un expediente clínico electrónico único y seguro. De esta manera, el INCICh ha evaluado sus capacidades internas para establecer objetivos realistas y medibles, asegurando la calidad, seguimiento y control de sus proyectos de telesalud.
Además, el marco legal para la telemedicina en México se encuentra en constante evolución, el cual se rige principalmente por la Ley General de Salud y las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) emitidas por la Secretaría de Salud. Una reforma propuesta en diciembre de 2021, en la que participó el INCICh, contempla la regulación de los servicios de salud a distancia, el acceso al expediente en línea y el uso de software como dispositivo médico. Mientras tanto, la NOM-004-SSA3-2012 establece los criterios para la prestación de servicios de telemedicina, recomendando consultar regularmente la legislación y normativas actualizadas.
En este sentido, el INCICh ha priorizado la potenciación de sus áreas sustantivas, incrementando el número de beneficiarios, simplificando procesos administrativos y acercándose a las poblaciones vulnerables. Los servicios iniciales de teleconsulta se han dirigido a personas privadas de su libertad y a solicitantes de atención en preconsulta, requiriendo la adecuación del expediente clínico electrónico y la implementación de un plan de manejo de datos, evaluación y mejora continua. Además, se ha mejorado la infraestructura tecnológica y se ha capacitado al personal para ofrecer estos servicios de manera eficiente.
De igual manera, la capacitación del personal y la adecuación de la infraestructura tecnológica han sido clave en la implementación del programa de tele-preconsulta del INCICh. Además, se ha creado la primera sala de telemedicina en la institución, permitiendo teleconsultas simultáneas y mejorando la coordinación de procesos. La comunicación social ha sido vital para divulgar los servicios, informando a los pacientes y promoviendo el uso de herramientas de telemedicina.
El INCICh reconoce la importancia de la divulgación, educación y reducción de la brecha digital en la implementación de modalidades de telemedicina. Para potenciar el impacto del programa de tele-preconsulta, el INCICh ha desarrollado estrategias de divulgación, educación digital y reducción de la brecha tecnológica. Por ejemplo, a través de trípticos informativos, la página web institucional y redes sociales, se ha promovido el uso de servicios de telemedicina. La colaboración con otras instituciones y la mejora de la infraestructura de telecomunicaciones continúan siendo esenciales para llegar a las poblaciones más vulnerables y fomentar una sociedad más inclusiva y equitativa en el uso de la tecnología y acceso a servicios de salud de calidad.
El instituto también resalta que la tecnología ofrece la posibilidad de democratizar la salud y avanzar hacia una atención universal y sostenible. Por ello planea desarrollar programas que simplifiquen procesos, diversifiquen servicios y creen nuevas formas de atención. Algunas de las acciones contempladas son: la implementación de aplicaciones móviles, telemonitoreo y herramientas de inteligencia artificial (IA), las cuales tienen como propósito mejorar la gestión de la salud pública y la atención a los pacientes. La colaboración interinstitucional y la creación de sistemas interoperables también serán una parte fundamental para compartir e intercambiar tecnología y trabajar de manera conjunta en beneficio de la salud cardiovascular y en general de la salud pública en el país.
