El auge de la inteligencia artificial alerta a la comunidad médica por lo que la educación es clave para aprovecharla de manera responsable.
Durante los últimos años la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta muy útil que abarca diversos ámbitos de la vida moderna, esto incluye la salud y la atención médica. A pesar de que la medicina se ha beneficiado desde hace algún tiempo de las tecnologías digitales, es importante reconocer que también existen riesgos con la adopción de nuevas herramientas como la IA. Estas herramientas no son infalibles y deben utilizarse con responsabilidad.
Recientemente, la Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre los posibles perjuicios causados por un uso inadecuado de la IA y ha hecho un llamado por su uso ético. En este sentido, es importante reconocer que las decisiones en el uso de IA en salud deben ser tomadas por profesionales de la salud capacitados.
De esta forma, Marcelo D’Agostino, jefe de Sistemas de Información y Salud Digital de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ha abordado la historia, las aplicaciones actuales, los riesgos y las formas de abordarlos de la inteligencia artificial en la medicina en una entrevista con Noticias ONU.
El especialista explico que la IA comenzó a utilizarse durante la década de los 60 y 70 a través de reglas lógicas, sin embargo, la aparición de computadoras más poderosas, logró acelerar su evolución. Hacia la década de los 90 se comenzó a utilizar para la interpretación de imágenes, lo que se trasladó años después a la interpretación de imagen médicas como radiografías o resonancias magnéticas. Posteriormente la IA y el big data ha sido utilizado para analizar grandes cantidades de datos, dando entrada a los modelos de predicciones y a modelos de desarrollo de fármacos. Y más recientemente las IA han aparecido en forma de chatbots o IA generativas que permiten las conversaciones o la generación de información para los usuarios.
IA y salud
Sobre la adopción de la IA en salud, D’Agostino explica que es posible apoyarse en la IA para realizar diagnósticos, sin embargo, estas tecnologías deben estar controladas y supervisadas de manera permanente por seres humanos. Es decir, no dejar que la herramienta haga el diagnóstico y confiar un 100% en ese diagnóstico, porque también se han identificado algunas fallas. Siempre tiene que estar acompañado de profesionales, siempre debe tener una serie de parámetros para que uno pueda utilizarlo como instrumento de apoyo (…) la idea es que un profesional, en última instancia, sea quien tenga la responsabilidad de diagnosticar, de tomar decisiones”, explicó.
Adopción masiva de la IA
Acerca de la masificación del uso de la IA, D’Agostino explica que se debe desarrollar una cultura que permita entender cómo se crearon estas herramientas, quién esta detrás y cuáles son sus aplicaciones. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), trabajan para la definición de estándares.
Asimismo, las agencias reguladoras, legislaciones o instrumentos normativos también se deberán desarrollar con el paso del tiempo con base en los principios técnicos más adecuados.
“Nos han invitado a muchas sesiones de las comisiones de salud de los parlamentos de los diferentes grupos de países en el continente americano, donde han dedicado reuniones de varios días exclusivamente para ver, entender y obtener nuestras recomendaciones de analizar la legislación vigente y la nueva legislación que se debe desarrollar para poder atender de manera segura y ética la transformación digital del sector salud, en particular la regulación del uso de algoritmos y herramientas de inteligencia artificial”, explicó el especialista.
Alfabetización digital
El mal uso de la IA es un riesgo latente que involucra a cualquier usuario de internet, no todos los chatbots se nutren de bases de datos científicas por lo que pueden ayudar a generar desinformación. Por ello, es necesario un vínculo y una cooperación entre el sector salud y el sector educación en relación con el uso de la IA.
En este sentido, D’Agostino destacó la importancia de la alfabetización digital para los profesionales médicos, no obstante embargo, reconoció que no solamente la educación es clave en los niveles académicos más altos, sino que es algo que debe trabajarse desde edades tempranas. Lo que pensamos que podría llegar a ser un muy buen elemento de contención es la educación desde la escuela primaria. (…) Uno de los elementos de contingencia que puede ser muy efectivo es incorporar los temas de transformación digital a lo largo de la formación de una persona en toda su vida”.
El especialista de la OPS expone que el uso de herramientas digitales no debe iniciar durante la formación universitaria o después, sino que es una formación continua a lo largo de la vida de las personas. “Si creamos esta cultura e impulsamos la educación, se puede minimizar muchísimo cualquier impacto negativo”, explicó. “Tenemos muchas iniciativas (en la OPS). Hay un área dedicada a recursos humanos en salud, con ellos estamos implementando un programa de alfabetización digital y tenemos muchas líneas de formación que ahora estamos reforzando a partir de la aceleración de la adopción de tecnologías de información durante la pandemia”, agregó.
