Una farmacia en la provincia de Catamarca, al noroeste de Argentina, implementó desde el año pasado a raíz de la pandemia por COVID-19, un sistema de robótica para mejorar la eficiencia en el servicio de atención al cliente.
Esta farmacia ubicada en Catamarca, adicionó a sus filas un robot que permitió reducir a cero los contagios de COVID-19 del personal de la farmacia desde su implementación. Las principales tareas del robot son realizar escaneos de los productos, checar las fechas de caducidad y personalizar stocks.
El robot cuenta con una altura de 2,83 metros y según explicó Florencia Sosa, directora de la compañía que dirige la farmacia, el robot estaba planeado desde antes de la pandemia. “En un viaje a Europa lo vi en una farmacia de Múnich, analicé el modelo y con la remodelación de una de mis farmacias, me planté traerlo a la Argentina, no sin atravesar la burocracia que eso implica, barrera de importaciones, trabas impositivas, etc. Lo mandamos a una farmacia diseñar, le agregaron unos paneles laterales para que funcione como necesitamos en nuestra cadena y justo con la llegada de la pandemia lo pusimos en funcionamiento”.
El robot, logra que exista contacto mínimo entre el personal dentro de la farmacia y reduce tiempos de espera de los clientes al agilizar el proceso de búsqueda del medicamento.
“La adopción del robot justo en el período que lo trajimos a Argentina, logró el objetivo de disminuir el riesgo de contagio entre empleados y clientes”, explicó Sosa.
Sosa explicó que además de los beneficios que trajo a la productividad de la farmacia, el robot fue pieza clave para reducir contagios de COVID-19 no solo dentro de la farmacia, sino en la comunidad de Catamarca: “Y lo cierto es que un medicamento pasa por muchas manos y a las farmacias ingresan muchos potenciales enfermos. Con el robot se evitó esta manipulación innecesaria y se redujeron a cero los positivos de COVID”, concluyó.