Investigadores de Yale-Mayo Clinic trabajan con especialistas en terapéutica digital de Biofourmis en el uso de tecnología de aprendizaje automático; el objetivo es obtener información de marcadores biométricos que permita mejorar medicamentos.
El centro de excelencia Yale-Mayo Clinic y Biofourmis, empresa especialista en terapéutica digital, se han asociado para determinar criterios de evaluación de la efectividad del uso de medicamentos, centrados en el paciente, que determinan el desarrollo de fármacos para tratar la insuficiencia cardiaca.
Con base en estos criterios, en agosto del presente año se inició una prueba de 60 días que capturará información de los pacientes y la analizará en la plataforma de salud móvil BiovitalsHF, desarrollada por Biofourmis.
Para esto, se utilizan 2 biosensores que capturan datos, un dispositivo Everion de grado médico, y un Apple Watch serie 4 con ECG; los cuales, por medio de una app con tecnología de aprendizaje automático, analizan docenas de biomarcadores fisiológicos, con los cuales se puede detectar la incapacidad del corazón para mantener una circulación adecuada, incluso semanas antes de que ocurra una descompensación.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), publicó un informe sobre el desarrollo de medicamentos para el tratamiento de insuficiencia cardiaca que indica que “los datos finales centrados en el paciente podrían ser una base para la aprobación de medicamentos, y así tratar la enfermedad ya que es un problema que afecta alrededor de 6.5 millones de pacientes en Estados Unidos.”
Rajput, Fundador y CEO de Biofourmis comentó, “ya que la medicina de precisión se trata de obtener la dosis correcta de la terapia correcta para el paciente correcto en el momento correcto, ser capaz de capturar datos biométricos continuos las 24 horas del día y los 7 días de la semana, con datos generados por el paciente se jugarán un papel clave en el futuro de cómo el medicamento se realiza”, añadiendo, “este enfoque también ayudará a garantizar que las terapias sean muy individualizadas”.
Los investigadores de Biofourmis y Yale-Mayo Clinic aseguran que su proyecto ofrecerá información complementaria que permitirá a la FDA tomar decisiones sustentadas.
Entre todos los beneficios implícitos, también se incluye la reducción de tiempos y presupuestos de investigación que se ven reflejados en la reducción de costos de los fármacos, así como en la cantidad de tiempo que los pacientes necesitan para viajar a la clínica donde los investigadores recopilarían la información.
También señaló que el reclutamiento de pacientes para un ensayo clínico es uno de los aspectos más largos del proceso de aprobación de medicamentos: “al facilitar el proceso para los pacientes al ser monitoreados desde la comodidad de sus propios hogares, el reclutamiento de pacientes también es mucho más rápido, lo que también puede ayudar a acortar la duración de los ensayos clínicos durante el proceso de aprobación de medicamentos”, concluyó Rajput.
Es así como la tecnología al alcance de todos los usuarios está abriendo grandes posibilidades para que los investigadores puedan obtener registros médicos y de actividades relacionadas con la salud en menor tiempo, costos y con mayor alcance, permitiendo la toma de decisiones mejor sustentadas.
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