Artículo publicado en The Lancet, analiza los tipos de tecnologías utilizados en respuesta a la pandemia, así como la preparación previa y los desafíos en la implementación de nuevas estrategias de Salud Digital a futuro.
Las estrategias de seguimiento, detección de infecciones, rastreo y seguimiento de contactos, cuarentena y asilamiento y gestión clínicas han evolucionado durante la pandemia. Y han sido utilizadas con diferentes enfoques en diversos países y territorios, sin embargo, siempre buscando objetivos similares, contener el virus y evitar más casos de COVID-19.
Dentro de la planificación y seguimiento, los macrodatos y la IA han facilidad la preparación ante la emergencia sanitaria, logrando en algunos casos frenar o controlar la propagación del virus. En Wuhan, la ciudad donde se reportaron los primeros casos, las autoridades sanitarias utilizaron mapas de migración vinculados a teléfonos móviles, aplicaciones de pago y redes sociales, de esta forma recopilaron datos para rastrear los movimientos de personas que habían visitado el mercado de Wuhan. Gracias a esta estrategia desarrollaron modelos de aprendizaje automático para realizar pronósticos sobre la transmisión del virus en la región e implementar controles y vigilancia fronteriza.
Esto también permitió que territorios como Taiwán, iniciaran las medidas en aerolíneas para los viajeros que llegaban de Wuhan. Taiwán respondió de forma eficaz ante el brote de COVID-19, que por su cercanía con China podría provocar una crisis en salud por su alta densidad de población al encontrarse entre los 20 primeros.
Con respecto a la detección de infecciones, China también utiliza herramientas web para administrar sus recursos y que lleguen a las personas que lo necesitan. En Taiwán por ejemplo las cámaras térmicas en aeropuertos fueron utilizadas para detectar rápidamente a personas con fiebre al inicio del brote.
“A diferencia de la mayoría de los demás países, Islandia ha lanzado pruebas generalizadas de personas asintomáticas. Con la tecnología móvil, Islandia recopila datos sobre los síntomas notificados por los pacientes y los combina con otros conjuntos de datos, como datos de secuenciación clínica y genómica, para revelar información sobre la patología y la propagación del virus”, menciona el artículo publicado en The Lancet.
El rastreo y seguimiento de contactos es quizá la herramienta que ha sido aplicada digitalmente con mayor rapidez y facilidad durante la pandemia. En países como Corea del Sur se ha utilizado el posicionamiento de los teléfonos móviles para alertar sobre posibles zonas de contagio: “Los surcoreanos reciben alertas de texto de emergencia sobre nuevos casos de COVID-19 en su región, y las personas que podrían haber estado en contacto con personas infectadas reciben instrucciones de presentarse a los centros de pruebas y aislarse”.
Sin embargo, como apunta el artículo de The Lancet: “Las aplicaciones de rastreo de contactos no están exentas de dificultades. No toda exposición requiere cuarentena, como cuando las personas expuestas usan equipo de protección personal o están separadas por paredes delgadas penetrables por señales de teléfonos móviles”.
Los riesgos de la aplicación de tecnologías en Salud Digital para el control de la pandemia existen, y también están ligados a las desigualdades económicas: “Las iniciativas de salud digital pueden amplificar las desigualdades socioeconómicas y contribuir a las disparidades en la atención de la salud”, explican los autores en el artículo.
Los datos sobre el uso masivo de Internet en el mundo son engañosos, mientras en Europa el 82% de la población utilizó internet durante 2019, en África fue solamente el 28%. “Para implementar eficazmente la tecnología digital a nivel mundial, las intervenciones deben adaptarse a las regiones objetivo; el acceso de banda ancha requiere inversión federal y del sector privado en tecnología e infraestructura”.
Además, algunas intervenciones podrían atentar contra la privacidad de sus usuarios, un punto que también deben tener en cuenta los gobiernos al momento de aplicar estas soluciones. Sin embargo, hasta ahora las respuestas ante la emergencia sanitaria basadas en herramientas digitales han tenido resultados importantes.