Especialistas de la Asociación Médica Estadounidense, publicaron en la revista Nature un análisis sobre la integración de las herramientas de Salud Digital en la práctica clínica durante y después de la pandemia.
La pandemia por COVID-19 y las medidas sanitarias de prevención impulsaron la transformación digital en muchos sentidos: la educación, el comercio, el consumo de información y entretenimiento y por supuesto la atención médica. Los servicios de Salud Digital, que incluyen la telemedicina, el monitoreo remoto, entre otros, han destacado durante la emergencia sanitaria.
En 2016 la Asociación Médica Estadounidense (AMA), integró soluciones de Salud Digital a la práctica clínica, sacando provecho de la telesalud y telemedicina, la AMA encontró herramientas que podían mejorar la eficiencia y la seguridad en los servicios de salud. Incluso antes del brote de COVID-19, en 2019 la Asociación Médica Estadounidense (AMA), realizó un estudio sobre la adopción de tecnologías por parte de los profesionales médicos, el cual mostró un aumento en el uso de telesalud y telemedicina del 28% con respecto al 2016.
Sin embargo, el verdadero crecimiento sucedió durante la pandemia. Según un informe de Planificación y Evaluación de Salud y Servicios Humanos publicado en julio de 2020 mostró que el 43.5% de las visitas de atención primaria de pago por servicio en Medicare, realizadas en abril de ese año se proporcionaron a través de telesalud cuando en febrero la cifra era de 0,1%.
“La telesalud permite que los pacientes, especialmente aquellos particularmente vulnerables a las complicaciones del SARS-CoV-19, accedan a la atención de forma segura. Pero el aumento de las visitas de telesalud y el acceso a servicios virtuales no ha estado exento de desafíos”, explican los autores ya que uno de cada tres hogares en estados Unidos, no tienen acceso a computadoras y más de la mitad no cuentan con un teléfono inteligente. El mayor reto de la transformación digital y la implementación de soluciones de Salud Digital en los servicios médicos, es la alfabetización digital, ya que incluso teniendo acceso a una computadora no todas las personas saben cómo utilizarla correctamente.
“Los pacientes han notado factores positivos asociados con la telesalud, como una mejor comunicación entre el médico y el paciente y una mejor autogestión, también han identificado barreras que obstaculizaron la adopción de soluciones, incluida la falta de validación, la imposibilidad de utilizar la tecnología y la falta de soporte técnico”, indica la publicación.
Sin embargo, no todos los retos para la adopción de las tecnologías en salud se relacionan al paciente, la perspectiva de los médicos es igual de relevante. “Con las lecciones aprendidas de la falta de aportes médicos en el desarrollo de estas tecnologías y las frustraciones resultantes que han seguido, es de vital importancia que un grupo diverso de socios industriales, clínicos y tecnológicos continúen colaborando para integrar la perspectiva del médico para desarrollar y escalar la adopción de soluciones de telesalud que beneficien tanto a los pacientes como a los médicos”, explican los autores en el apartado: Integrando la perspectiva del médico en la tecnología de telesalud.
El uso de herramientas digitales para la salud, se debe garantizar aun después de la pandemia, creando y adoptando leyes y reglamentos que promuevan la privacidad y seguridad en este tipo de servicios y sobre todo que sean de acceso equitativo, especialmente para poblaciones rurales o desatendidas, no solamente en Estados Unidos, sino a nivel regional y global.