Las herramientas de IA pueden mejorar la detección temprana, la administración clínica y el desarrollo de tratamientos oncológicos.
En el marco de la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica (ASCO, en inglés), Ruth Porat, presidenta y directora financiera de Alphabet y Google, compartió los esfuerzos de la compañía en la aplicación de inteligencia artificial (IA) para enfrentar retos en la investigación, diagnóstico y atención del cáncer. Porat habló tanto desde su perspectiva profesional como personal, habiendo sido paciente oncológica en dos ocasiones.
Durante su presentación, Porat explicó que la IA es una tecnología de propósito general con potencial para transformar sectores clave, entre ellos la salud. Destacó tres áreas principales donde la IA puede aportar valor como acelerar descubrimientos científicos, mejorar el diagnóstico temprano y apoyar la entrega y resultados clínicos.
En cuanto a descubrimientos científicos, mencionó el desarrollo de AlphaFold, una herramienta que resolvió un problema de décadas en la predicción de estructuras de proteínas. Esta tecnología, ahora de acceso abierto, ha sido utilizada por más de 2.5 millones de científicos en 190 países y tiene aplicaciones directas en la comprensión de mutaciones relacionadas con el cáncer y en el diseño de medicamentos.

Porat también explicó cómo la IA está mejorando el diagnóstico y detección temprana de enfermedades, una etapa crítica para el tratamiento efectivo del cáncer. Ejemplificó con modelos de deep learning que permiten identificar metástasis en láminas patológicas digitales con mayor precisión y eficiencia. Además, se están desarrollando sistemas de IA para asistir a radiólogos y patólogos en la revisión de grandes volúmenes de imágenes médicas.
En colaboración con ASCO, Google también ha creado un asistente de guías clínicas basado en IA que ayuda al personal médico a acceder a información relevante de forma rápida, reduciendo la carga cognitiva de revisar extensos documentos técnicos.
En la gestión clínica, Porat señaló que la IA está siendo usada para automatizar tareas administrativas como la redacción de informes médicos, programación de citas y contacto con pacientes. Estas herramientas buscan disminuir la carga operativa de médicos y enfermeros, lo que, según Porat, “devuelve tiempo para una mayor humanidad en la relación médico-paciente”.
Asimismo, la IA está avanzando hacia sistemas capaces de interpretar múltiples tipos de datos, desde imágenes médicas hasta información genómica, lo que permite una atención más precisa y adaptada al contexto clínico de cada paciente.
Aunque Porat aclaró que la IA no sustituirá a los médicos, enfatizó que su desarrollo responsable puede complementar y reforzar el trabajo clínico. Google y sus socios esperan que, mediante estas herramientas, el cáncer pueda ser cada vez más “manejable” y, en el futuro, incluso prevenible y curable. Su intervención concluyó destacando que el verdadero impacto de estas tecnologías emergentes se medirá por su capacidad para mejorar la vida de los pacientes y facilitar la labor del personal de salud.